HACIENDO CAMINO

POR: HNA. SOR ALDINA ALFARO

RECTORA

Las líneas orientadoras de la misión educativa de las F.M.A. definen la comunidad educativa como un eficaz camino pedagógico cuando en ella se reflejan las cualidades del ambiente salesiano, que fiel al carisma de los fundadores, sabe ver en los desafíos, gérmenes de esperanza y se compromete a realizar un camino de autoformación[1] . Cuando hablamos de ambiente salesiano es inevitable pensar en expresiones como estudio, piedad, alegría, “buenos cristianos y honestos ciudadanos”, espíritu de familia y otras más que han fraguado la fuerte tradición salesiana que impregna el oriente del Atlántico.

Somos conscientes de que no basta haber optado por un ideal educativo que un día hizo que la Escuela Normal hiciera parte de su vida y de su historia, ya no como algo ajeno y lejano sino, como aquella Institución que me pertenece pero que no es una realidad estática sino que es una realidad viva, sujeta a cambios, afectada positivamente o no por la realidad juvenil a la que busca dar respuesta y es en esta fidelidad a la persona que se encuentra el secreto de la fidelidad al carisma salesiano que sin renunciar a sus pilares: razón, religión y amabilidad, sigue yendo al encuentro de las niñas y jóvenes no como algo abstracto sino como una experiencia mediada por los padres de familia, los maestros y todos los que hacemos parte de la comunidad educativa.

El año 2008 nos ha ofrecido la oportunidad de responder a un reto en particular, la reflexión sobre cómo promover el mejoramiento y la innovación de prácticas y métodos pedagógicos que permitan aportar a la dinamización del proceso de enseñanza aprendizaje de las educandas, entendiendo éste como la contribución a la formación inicial de maestras que es el elemento fundamental que caracteriza a la escuela normal superior, como institución educativa, ya que ésta debe asumir como prioridad la fundamentación pedagógica de una propuesta de formación inicial de maestros, enriquecida con la investigación educativa y viable, a través de la gestión institucional, en su dimensión formativa y en su relación con el contexto.[2]

El resultado de dicha reflexión ha sido la opción por un enfoque socio crítico, orientado a la formación de una maestra comprometida en la transformación de su entorno mediante la acción comunicativa. Del esfuerzo por transferir y adaptar este discurso al ejercicio pedagógico que constituye el cotidiano de la Institución surgió una innovación significativa, la pedagogía de proyectos discursivos, cuyo trasfondo es una comprensión y reconstrucción de la práctica pedagógica en condiciones culturales específicas.

En el marco de la pedagogía de proyectos discursivos, la búsqueda de posibilidades de desarrollo de pensamiento, de trabajo colaborativo, de apropiación del contexto, de construcción del conocimiento socialmente validado mediante el consenso, encuentra sus raíces más profundas en el Sistema Preventivo de Don Bosco, en cuanto éste trata de leer e interpretar los dinamismos culturales presentes y de profundizar sus causas, lo que conduce a la búsqueda concatenada de respuestas que en un horizonte de sentido permiten articular caminos concretos en el proceso de acompañamiento formativo[3]

Acercarnos al texto “HACIA LAS INNOVACIONES EN EL CONTEXTO DE LA PEDAGOGÍA DE PROYECTOS DISCURSIVOS” es aproximarnos a la praxis educativa de la Escuela Normal y escuchar de viva voz la visión de los maestros sobre el arte de crear espacios para la humanización y la consolidación de proyectos de vida. Por lo tanto, es también una manera de adquirir argumentos para opinar sobre el quehacer de la Normal y su significación para el mundo de hoy.

Contribuir a la construcción y desarrollo del pensamiento pedagógico para la formación intelectual, ética, social y cultural de los educadores, brindarles la posibilidad de tener contacto con la pluralidad de enfoques y teorías desde los que se tratan los distintos aspectos incluidos en el saber pedagógico, así como formarse en la toma de posiciones argumentadas que los conduzcan a construir saber pedagógico[4] es según el MEN una exigencia connatural a la escuela normal superior. Nosotros compartimos esta visión y somos conscientes de que este no es un esfuerzo solitario sino que es un proceso que se realiza en comunidad y para la comunidad.
En la medida que conocemos los procesos podemos implicarnos en ellos, compartiendo tareas y funciones de manera activa y comprometida, es en ese momento cuando se revela que un proyecto no es únicamente un acontecimiento racional, es también un hecho afectivo y espiritual en el que se expresa la pasión educativa.[5]

Agradecemos a todos aquellos que participan activamente en el proceso cotidiano de construir saber pedagógico, a los que se arriesgan a plasmar por escrito sus experiencias y reflexiones, a las jóvenes que se comprometen en el desarrollo de proyectos, a los padres de familia que manifiestan con su interés por la lectura de los escritos de la Normal su profundo sentido de pertenencia, a quienes nos brindan un lugar digno y agradable para seguir creciendo como personas, a nuestros pares y a todos aquellos que con su apoyo incondicional alimentan nuestro deseo de transmitir vida en abundancia al oriente del Atlántico con una visión proyectiva.
[1] Cf. INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, “PARA QUE TENGAN VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA” Líneas orientadoras de la misión educativa de las F.M.A.
[2] Cf. MEN Documento Borrador, Orientaciones para la renovación de la acreditación de Escuelas Normales
[3] Cf. Ed. CCS Proyecto formativo, EN LOS SURCOS DE LA ALIANZA
[4] Ver: Zuluaga, Olga Lucía (2000) Hacia la construcción de un campo conceptual plural y abierto para la pedagogía: aproximaciones metodológicas; Echeverri, Jesús Alberto y Zuluaga, Olga Lucía (1997) Campo intelectual y campo pedagógico de la educación; Wulf, Christopher (1999) Introducción a la ciencia de la educación
[5] Cf. Ed. CCS Proyecto formativo, EN LOS SURCOS DE LA ALIANZA